Un emocionado Leo Messi se despidió esta mañana del FC Barcelona, después de que el club informara el pasado jueves de que ya no podía permitirse pagar los altos salarios del argentino, debido a «obstáculos económicos y estructurales». Es decir, a la alta deuda del club y al límite salarial que impone LaLiga, la patronal de los clubes, que preside Javier Tebas.
El diario francés L’Equipe aseguró este domingo que el argentino viajará a la capital francesa hoy o el lunes para un reconocimiento médico y cerrar el trato con Qatar Sports Investment, propietaria del equipo galo.
Aunque Messi no confirmó si definitivamente se unirá a los parisinos, sí ha asegurado durante la rueda de prensa celebrada esta mañana que sus planes son seguir jugando el mayor tiempo posible. «Mientras siga siendo competitivo y mientras mi cuerpo responda (seguiré jugando)», dijo. Sobre su fichaje por el equipo francés se limitó a decir que «el PSG es una posibilidad».
Sin decirlo expresamente, el futbolista culpó a las normas económicas de LaLiga de su salida del Barça. Así, preguntado sobre si el club hizo todo lo posible por retenerlo, Messi, que lleva en el Barcelona desde 2001, cuando tenía 13 años, aseguró: «No sé, lo que sé es que yo sí hice todo lo posible. Laporta me dijo que no podía hacer más, por LaLiga y por la deuda del club, que no quería endeudarse más. Yo he escuchado muchísimas cosas que se han dicho de mí, pero lo que sé es que yo hice todo lo posible por quedarme», insistió.
Messi, con 34 años y 682 goles marcados, rompió a llorar antes de dar su discurso. Tras ser recibido con una larga ovación de los medios de comunicación, compañeros de equipo y entrenadores, el futbolista señaló que creía que se quedaría en el club, con un acuerdo de cinco años acordado con un recorte salarial del 50%. «Habíamos cerrado el contrato. Y después de eso ya no se me pidió nada más. Hay cosas que se dicen que no son verdad», indicó.
«Traté de comportarme con humildad y respeto y espero que esto sea lo que quede de mí cuando salga del club «, añadió el futbolista mientras cientos de aficionados, muchos de ellos con su camiseta número 10, se reunieron frente al estadio del Barça para despedir al delantero argentino, uno de los mejores jugadores de la historia.
El astro argentino, que ha ganado 35 trofeos con el club, aseguró que esta vez no estaba preparado para despedirse. «Honestamente, cuando ocurrieron las elecciones (en marzo), hablé con Laporta [presidente del club], cenamos y después me convencí de que me quedaría». «El año pasado no quería y lo dije, pero este año fue diferente». «El año pasado, cuando se armó el lío del burofax, estaba preparado, sabía lo que tenía que decir. Pero este año, no. Estábamos convencidos de que íbamos a seguir aquí», insistió Messi.
El futbolista subrayó que «en casa, era lo que más queríamos. Siempre sobrepusimos nuestro bienestar, estar en nuestra casa y disfrutando de la vida en Barcelona, que es maravillosa», añadió entre lágrimas. También confesó que le hubiera gustado despedirse de otro modo de la afición. «Me había imaginado mi adiós en un estadio lleno», pero apuntó que «el cariño de la gente siempre fue el mismo, siempre lo sentí».
Messi no escatimó elogios para el club español y aseguró que «el Barça es el mejor equipo del mundo. Como decía Laporta, los jugadores vienen y van y el club es lo más importante. La gente se acostumbrará a que yo no esté como pasa con todo».