Activistas de Mujeres Creando y colectivos feministas protestaron ayer en La Paz y Santa Cruz contra la intervención de la Iglesia en el caso de la niña de 11 años embarazada producto de una violación. En la capital oriental, un grupo interrumpió la misa y pintó la catedral cruceña.
En tanto, la defensora del Pueblo, Nadia Cruz, aseveró que el caso de la niña de Yapacaní no es el único en el que intervino la Iglesia, pues habría otros en los que religiosos presionaron a las familias para que niñas embazadas no procedan a un aborto, como indica la normativa. Pidió una investigación.
“El viernes hemos hecho una intervención en Santa Cruz en un centro de acogida para madres adolescentes, el nombre ya debería alarmarnos, porque es un instituto para formar madres desde la adolescencia e inclusive niñas”, dijo Cruz a Radio Kawsachun Coca.
La Defensora aseveró que “la niña de Yapacaní no es el único caso donde la Iglesia hubiera intervenido a fin de generar un embarazo forzado”.
La Defensoría presentó un pedido de medida cautelar ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para salvaguardar la vida de la niña y también activó un proceso penal contra la Iglesia, la Defensoría de la Niñez de Yapacaní y el hospital Percy Boland de Santa Cruz, por incumplimiento de deberes. Además, está en curso un amparo constitucional que se resolverá este martes.
Iglesia se defiende
En la homilía dominical del domingo en la catedral de Santa Cruz, Sergio Gualberti cuestionó si es justo matar una vida humana para solucionar un problema y recordó que el papa Francisco “ha definido que el aborto es un homicidio y quien hace aborto mata”.
“Cuando se hiere o se quita la vida, se está hiriendo o quitando la imagen de Dios, y nadie, ni un Estado tiene derecho de hacerlo. La Iglesia pide respetar la vida y la dignidad de la persona humana”, afirmó.
“¿Es justo matar una vida humana para solucionar un problema? La defensa de la vida, el rechazo de la pena de muerte y la eutanasia son un mandato de Dios para la Iglesia y para todo creyente en Cristo”, dijo.
Sin embargo, Cruz aseveró que la Iglesia no tiene nada que ver con el cumplimiento de derechos, porque Bolivia es un país laico. Por ello, dijo que la Iglesia presionó a la niña y su familia para evitar que aborte, cuando la menor ya había tomado la decisión de interrumpir el embarazo.
MINISTRA PRADA CUESTIONA A IGLESIA
La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, pidió reflexionar sobre el sistema patriarcal que normaliza la violencia, como en el caso de la niña que fue violada y que está siendo obligada a proseguir con su embarazo.
Via: Los Tiempos