El presidente, Luis Arce, reveló que el precio de la coca en el mercado interno “se fue al piso” y echó la culpa al gobierno de la expresidenta, Jeanine Áñez (2019-2020).
«Necesitamos tranquilidad para trabajar como antes, nos encerraron en la pandemia, nos coartaron la venta de coca para nuestros productores de coca, el precio se fue al piso de los productos como la coca cuando en lugares consumidores de la coca, como el área rural y urbana de Santa Cruz, ese precio estaba en 180 bolivianos…” declaró el primer mandatario en una concentración de la que participó en “La Cumbre”, sitio de salida y entrada a la región de Los Yungas en el departamento de La Paz.
La declaración presidencial terminó por blindar una información que reveló el experto en Ciencias Políticas de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Mario Galindo.
“Cae la producción de coca, también la interdicción, y eso hace que caiga la producción de pasta base (de cocaína), porque lógicamente, si no hay materia prima, deja de producirse el producto final (cocaína)”, afirmó el analista durante una intervención que hizo en un foro auspiciado por la Organización No Gubernamental UNITAS denominado “Rutas para el reencuentro: Desarrollo Sostenible y derechos humanos en Bolivia”, el pasado 17 y 18 de noviembre en la ciudad de La Paz.
Arce que no brindó mayores detalles sobre una reducción significativa del precio de la hoja de coca, dijo que “…no queremos eso, queremos trabajar, queremos generar riqueza, queremos mejorar la calidad de vida, y para eso, el pueblo boliviano en octubre del año pasado entendió que la única manera de conseguir eso era apoyando el proceso de cambio y eso es lo que salimos a defender ahora», arengó en un acto político del que participó junto al vicepresidente del Estado, David Choquehuanca.
“La caída de la producción de hoja de coca, también tuvo efectos en el conjunto de la economía”, apuntó, aunque no precisó en qué dimensión el analista.
Para sustentar está afirmación, Galindo apeló a dos factores esenciales, que según el académico tuvieron efectos regresivos en la producción de coca en el país.
El primero tiene que ver con la importación de hoja de coca del Perú. Sucede que en ese país los productores no pueden comercializar la hoja, sino es, solo con el aval del gobierno, ya que es el único que adquiere el producto.
En Bolivia, sucede lo contrario. Existen dos mercados para vender la hoja milenaria: en Villa Fátima, en la ciudad de La Paz, y Sacaba en Cochabamba, precisó.
Entonces existe un rebalse de producción de coca que está llegando del Perú, lo que incidió, por ejemplo, en una reducción de precios en Bolivia, afirmó.