María Isabel Cusi, esposa de Marco Antonio Pumari, denunció que su pareja fue torturado psicológicamente y detectó al menos siete ilegalidades desde su aprehensión el pasado jueves 9 de diciembre en la noche hasta que la justicia dictó su detención preventiva en el penal de Uncía.
Cusi, junto al hermano del expresidente del Comité Cívico Potosinista (Comcipo), llegó a la ciudad de La Paz, para reunirse con los miembros de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia para pedirles apoyo en su cruzada por la libertad de su esposo.
Asimismo, en contacto con la ANF hizo un recuento de todas las ilegalidades desde que fue arrestado por la fuerza, encapuchado, trasladado a Betanzos, hasta que fue detenido preventivamente en la cárcel de Uncía.
Pumari es investigado por el Ministerio Público por haber presuntamente obstaculizado el cómputo de votos de los comicios de octubre de 2019, que realizaba el Tribunal Electoral Departamental de Potosí.
Una primera y principal ilegalidad es que Pumari fue aprehendido la noche del jueves pasado sin una orden fiscal. «Lo que me dijo es que no había orden de aprehensión, no le mostraron ningún documento», contó Cusi a la ANF.
Denunció que a la familia se le negó información acerca de la situación de arresto del exdirigente cívico, pese a que ya se había ejecutado la aprehensión. Incluso en Betanzos la mujer no pudo verlo, en un acto totalmente inhumano.
También identificó como irregular la ejecución de una presunta orden de aprehensión en horas de la noche, por un grupo de civiles que interceptaron el vehículo de Pumari. Lo obligaron a bajar y lo metieron a la fuerza a otra movilidad para conducirlo sin destino.
Detalló que en una aprehensión ninguna persona debiera ser encapuchada como lo fue su pareja, eso es «totalmente ilegal». «Me dice que las personas lo agarraron no eran policías, estaban de civil. Le pusieron una capucha, una bolsa, no sé qué era», manifestó Cusi de acuerdo a la versión de Pumari.
En relación al tema, el abogado Williams Bascopé aseguró que no se puede ejecutar órdenes de aprehensión en horas de la noche, pero además criticó que la acción fue ejecutada en plena vacación judicial.
«No puede la Policía ejecutar órdenes de aprehensión y allanamiento por la noche, el procedimiento penal no lo permite; además se declaró vacación judicial por lo cual no se pueden librar ni ejecutar ninguna orden de aprehensión. Las detenciones a Marco Pumari y cívicos es ilegal», sostuvo el jurista.
La esposa del exlíder cívico también manifestó que ni siquiera le dieron el derecho a llamar a su abogado, un derecho que todas las personas tienen, pero tampoco le permitieron comunicarse con su familia.
«Nosotros como familia nos hemos comunicado con el abogado les hemos pedido que nos ayuden, porque estábamos desesperados. Pero mi esposo no tuvo contacto con el abogado hasta después que nosotros llegamos con él. Le pusieron un abogado de oficio», comentó.
Otra irregularidad, habría sido al ser trasladado en calidad de arrestado a Betanzos, pero además cambiaron su audiencia de medidas cautelares a Llallagua cuando la misma se debería desarrollar en Potosí y finalmente dicta su detención en el penal de Uncía.
«Lo correcto es que su audiencia se realice en Potosí, porque fue ahí donde fue la supuesta denuncia. Es ilegal su detención en Uncía», sostuvo Cusi.
Finalmente, manifestó que cuando se le subió la presión por la tensión que vivió, fue atendido por personal de salud quienes le dieron la orden médica como si él, Marco Pumari, pudiera salir a comprar los medicamentos, protestó la mujer.
Para María Isabel Cusi, Marco Pumari fue torturado psicológicamente al ser aprehendido sorpresivamente sin ni siquiera haber conocido que había un proceso en su contra, pero lo más grave dijo fue cuando lo amenazaban de matarlo y lo insultaban en el vehículo tras detenerlo.
Cusi dijo que hará todos los esfuerzos para denunciar la situación de su esposo a nivel nacional e internacional, «porque es injusto lo que le están haciendo», sostuvo.
Entre llanto, pidió a Dios tener la paciencia y la fuerza de enfrentar estos momentos, no solo porque sus tres hijos la necesitan, sino principalmente por Marco Pumari.