Los investigadores realizan prueba de ADN, análisis de restos y de la dentadura para confirmar científicamente que los restos óseos hallados el 2 de febrero sean de Fidel Lecón Choque.
Su nombre es Richard Choque Flores, pero este hombre, de 32 años, es “pura maldad”. Detrás del trato amable que ofrecía a sus vecinos se escondía un peligroso feminicida, asesino y violador serial. Su escalofriante historial conmocionó e indignó a toda Bolivia y develó una “red criminal” que implica a operadores de justicia.
Choque Flores estuvo recluido seis años, desde 2013, por el asesinato de la universitaria Blanca Rubí Limachi Sirpa, pero el exjuez Rafael Alcón Aliaga, quien fue aprehendido hace casi una semana y luego enviado preventivamente a la cárcel de San Pedro, falló a su favor el 24 de diciembre de 2019 cuando ordenó su detención domiciliaria por 18 meses, pese a que el reo tenía sentencia condenatoria ejecutoriada de 30 años de privación de libertad. Apenas salió de prisión, creó un perfil en Facebook a nombre de Haide Mitzi Flores Alarcón y, desde esa cuenta, contactó a 77 mujeres, entre ellas dos adolescentes desaparecidas en mayo y agosto de 2021 que fueron halladas el pasado 24 de enero enterradas en la casa que ocupaba el sentenciado liberado, junto a su madre y su hermana, en la calle Rafael Pabón de la zona Ballivián de El Alto, La Paz.
La macabra historia no terminó con el hallazgo de los cuerpos de las dos menores de edad que estaban siendo buscadas por sus progenitores. El 2 de febrero, los restos óseos de otra víctima mortal de Choque Flores fueron encontrados bajo tierra en el patio de otro inmueble de la familia ubicado en la zona San Martín, camino a Viacha, donde encontraron en 2013 el cadáver sepultado de la joven Blanca Rubí Limachi.
“SANGRE DE TU SANGRE”
El cuarto cuerpo descubierto es de Fidel Lecón Choque, primo hermano de Richard Choque, quien estaba desaparecido desde el 19 de mayo de 2011. Ese día, el joven, de 18 años, se encontró con su primo, quien prometió ayudarlo a ingresar a la Escuela Militar de Sargentos del Ejército de Cochabamba, en la Ceja de El Alto e iban a dirigirse a la Llajta. Para ese fin, el ahora asesino serial le pidió a su tía, madre de la víctima, 5.000 dólares.
Choque Flores desertó del instituto militar, pero se declaraba conocedor de la carrera y, por eso, entrenaba a su familiar. Engañó a su tía por años haciéndole creer que su primo estaba con vida. Le decía que Fidel había ingresado a la Escuela Militar y que incluso estaba en una misión en Haití. Seguía pidiéndole periódicamente entre 200 a 400 dólares supuestamente para el sable, uniforme, material de escritorio, curso de paracaidismo, entre otras cosas.
La mamá de Fidel se vio sorprendida cuando su sobrino, a quien confió a su hijo, fue encarcelado en 2013 por el asesinato de Blanca Rubí Limachi. La mujer fue a visitarlo varias veces a la cárcel de Chonchocoro para implorarle que le diga qué había hecho con Fidel, pero el asesino guardaba silencio o le decía que su primo estaba en Santa Cruz y luego en Cochabamba, y ella viajaba con la esperanza de encontrarlo con vida. Volvía al penal para seguir insistiendo hasta que la madre de Choque Flores hizo que le restrinjan las visitas.
Soñaba constantemente con su hijo Fidel e incluso hizo “ver en coca” buscando respuestas, pero le dijeron que estaba muerto. La familia de la víctima denunció en 2016 a Richard Choque como sospechoso de la desaparición de Lecón Choque, pero comenzó a recibir amenazas a través de llamadas “anónimas”. La madre y hermana de Fidel fueron víctimas de un accidente de tránsito y presumen que fue una advertencia para que dejen el proceso. Por temor, se mudaron, resguardaron y abandonaron el caso y, tiempo después, el Ministerio Público emitió una resolución de rechazo.
Richard ocultó el crimen durante casi 11 años. Hace cuatro días, los restos óseos fueron encontrados envueltos en dos bolsas de yute negro y enterrados a una profundidad de unos 90 centímetros. El comandante general de la Policía, Jhonny Aguilera, dijo que Richard envenenó a su primo y luego incineró su cuerpo con la intención de esconder el crimen cometido presuntamente por “envidia” y para evitar que se descubra la estafa. Se estableció que la muerte de Fidel fue extremadamente violenta.
FEMINICIDIOS Y SUEÑOS ROTOS
Blanca Rubí, Lucy Maya e Iris Maylin perdieron la vida, en distintas fechas, a manos del feminicida y asesino serial.
Blanca desapareció el 20 de noviembre de 2013, pero ocho días después su cuerpo fue hallado bajo tierra en el patio de la vivienda de Richard Choque. La joven, de 20 años, fue captada a través de Facebook por Choque Flores, quien se identificaba como Mauricio Terán y, en esa ocasión, se hizo pasar por instructor prometiéndole ayudarla a ingresar al Colegio Militar, pero la secuestró, torturó, agredió sexualmente y acabó con su vida.
El 21 de noviembre, el criminal envió un mensaje a la mamá de Blanca, desde el celular de la víctima, pidiéndole 20 mil dólares para liberarla y le prohibió reportar el caso a la Policía. La mujer no contaba con ese dinero y buscó ayuda en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) y, de esa manera, transó y dejó la plata en una jardinera. Los investigadores lo siguieron hasta su domicilio, camino a Viacha, y lo aprehendieron, al igual que a su cómplice José Luis Casilla Machaca.
El 29 de noviembre de 2013, ambos procesados fueron enviados preventivamente a Chonchocoro. Richard lloró y pidió perdón a la madre de la víctima supuestamente por no evitar el asesinato de Blanca e insistía en que otros eran los autores. En 2015, Choque Flores y Casilla Machaca fueron sentenciados a 30 años de cárcel, sin derecho a indulto.
Todos pensaban que los condenados cumplían su condena hasta que Richard Choque fue aprehendido hace dos semanas por trata y tráfico, proxenetismo, pornografía y porte y portación de armas de fuego. La División Trata y Tráfico de Personas, a través de un patrullaje cibernético y de ingeniería social, identificó el perfil falso que usaba este hombre para captar a jovencitas ofreciéndoles que realicen trabajos sexuales o de entrega de paquetes. Las citaba en alojamientos, se hacía pasar por efectivo de antinarcóticos y las acusaba de traficar drogas. Les pedía altas sumas de dinero a cambio de no llevarlas a dependencias policiales o debían mantener relaciones sexuales con él.
El 24 de enero, la Policía dio a conocer de la aprehensión de Choque Flores, quien tenía antecedente por asesinato. Los investigadores siguieron indagando y descubrieron que el detenido tuvo contacto con Iris Maylin V.Ch., de 15 años, quien desapareció el 27 de agosto de 2021 tras salir de su casa ubicada en Alto Villa Victoria para recoger unas invitaciones. A las 14 horas del hallazgo de ese dato, descubrieron que también se comunicó con Lucy Maya R.Z., la adolescente de 17 años que fue vista por última vez el 17 de mayo de 2021 cuando salió a su trabajo, pero no volvió más a su hogar. Sus familias eran extorsionadas y les exigieron 60.000 y 70.000 dólares, respectivamente, a cambio de devolverlas con vida. La madre de una de las víctimas contó que algunos funcionarios le decían que seguramente su hija se fue con su novio y que podría tratarse de un “autosecuestro”.
Con esos nuevos datos, la Policía volvió a entrevistar a Choque Flores, quien confesó los crímenes y refirió que las víctimas estaban enterradas en una habitación precaria de adobe, que era ocupada por él, en su vivienda de la zona Ballivián. Al promediar las 21:00, los investigadores encontraron los cuerpos de las dos adolescentes que estaban desaparecidas.
Ni bien el caso fue descubierto, vecinos y familiares de personas desaparecidas se apostaron en puertas del domicilio del asesino y violador serial, quien nuevamente fue enviado a Chonchocoro. La población indignada cuestionó la liberación de Choque Flores siendo que debía estar cumpliendo su condena por el crimen cometido en 2013 y no estar en las calles abusando y matando a mujeres.
Las autoridades dieron a conocer que el ahora exjuez Rafael Alcón resolvió el 24 de diciembre de 2019 otorgar detención domiciliaria a Richard Choque por 18 meses, hasta mediados de 2021, pero incluso estaba libre hasta hace dos semanas. Según la exautoridad judicial, la defensa del sentenciado argumentó “enfermedad incurable” para conseguir la libertad, pero el autor refirió recientemente que ni siquiera fue valorado por un médico y que le pagó 3.500 dólares a su abogada y ella se hizo cargo de todo. También se supo que la jurista pagó 400 bolivianos a una estudiante de derecho para que firme como garante de su cliente sin hacerle conocer que se trataba de un “asesino rematado”.
Por el caso, no solo ha sido detenido el exjuez Alcón, hermano del exconsejero de la Magistratura Gonzalo Alcón, sino sus excolaboradores, un médico y las abogadas del asesino. Se investiga un presunto consorcio de jueces, fiscales y abogados. También están siendo procesados cómplices (uno sentenciado que goza de detención domiciliaria) y la madre y la hermana de Choque Flores.
Fidel Lecón Choque habría sido la primera víctima mortal, pero el último en descubrirse, del asesino, feminicida y violador serial. Luego, en 2013 mató a Blanca Rubí y en 2021 a Iris y Lucy, pero los investigadores no descartan que haya más victimados en su historial considerando que el delantal y gorro de un chef desaparecido fue encontrado en la casa de Choque Flores, donde también se hallaron otras prendas de mujeres, anillos de promoción y 15 años, entre otros objetos.