• 7 de septiembre de 2024 19:54

El Viborón del Pilcomayo resucita su leyenda

PorSTBnoticias

Jul 10, 2023

Viborón

El Viborón es ya toda una leyenda en el Chaco, a pesar de los años varios habitantes de esa región afirman haberlo visto. Hace poco Florentino Díaz, pescador de Villa Montes, se contactó con El País para contarnos que había sido testigo de su aparición y quiso compartir su relato.

Cuenta que eran las seis de la tarde del pasado domingo 5 de mayo cuando andaba por las orillas del Pilcomayo y de pronto vio como una gran sombra emergía del río. “En ese rato mismo, me puse a correr rumbo a mi casa porque se dice que mucha gente ha desaparecido debido a este animal”, revela.

Añade que llegó pálido a su hogar y contó lo sucedido a sus hijos y esposa, con quienes concluyeron que se trataba del Viborón. Agrega que cuando relató esto a sus amigos que se dedican también a la pesca no dudaron de que la aparición correspondiera al mítico reptil.

Sin embargo, no muchos creen en estas apariciones, más aún de lo que si estamos seguros es que estos testimonios han abierto ciertas dudas desde hace muchísimos años.

De hecho, en el mundo de los pueblos originarios se cuenta una historia ocurrida en la década de los años 80, cuando dicen que el animal castigó a un pueblo indígena que se había olvidado de su cultura asumiendo la del hombre blanco, entonces provocó una inundación.

“Dicen los abuelos que esa vez se vio al bicho que salió del agua y cruzó de banda a banda el río, su cuerpo era redondo grueso y por el peso hizo rebalsar el agua, la gente que vivía por la orilla estaba tomada, corrieron al monte salvando sus animales”, relata el pescador Pedro López.

En Villa Montes afirman que se trata de un réptil mítico, que según pescadores, habita en el caudaloso río Pilcomayo. Lo describen como un animal que podría medir de entre 30 a 50 metros.

Para algunos se trata de una víbora enorme, que tiene una cabeza que se asemeja a la de un mamífero, de ésta sobresalen dos enormes ojos rojos que brillan de noche, dándole el poder de hipnotizar a quien se anime a ingresar a las turbias aguas.

La leyenda que toma fuerza

El Viborón se ha convertido en una leyenda que ha pasado de generación en generación, sobre todo en las comunidades que se encuentran a lo largo del cauce del río Pilcomayo, especialmente en la región del Chaco.

Este mítico animal toma fuerza en los pueblos Weenhayek, Guaraní y Tapiete, debido a que sus pobladores lo consideran el amo y dueño del río Pilcomayo. Sobre su leyenda también se ha escuchado mucho en Argentina y Paraguay.

Uno de los avistamientos más recordados lo relató a El País Jacinto un viejo pescador. Éste cuenta que unas 30 personas estaban en las playas del Pilcomayo por el sector de El Chorro en El Angosto, de pronto al atardecer vieron cómo emergió una enorme víbora que sin miedo alguno los contempló durante unos cinco minutos.

Cuando se le pregunta más detalles sobre la aparición dice que corría el año 1990, la época de pesca había comenzado por lo que los pescadores iban con sus familias a El Chorro, un lugar que poseía un embalse amplio donde la pesca de sábalo era buena.

Como siempre se habían organizado en turnos y por equipos para pescar de manera relajada mientras otros compartían ciertas comidas. De pronto en el momento menos pensado vieron que al fondo surgía un busto negro, que pensaron era un tronco.

Don Isidoro A. es un pescador criollo retirado, que se introdujo al oficio por necesidad junto con su padre desde los 10 años. Él fue una de las personas que vivió este avistamiento.

Isidoro asegura que haber visto al animal lo dejó marcado toda su vida, relata que en su vida de pescador ha recorrido el Pilcomayo de “pe a pa”, pero afirma que nunca vio algo similar.

“Estábamos ahí en el río cuando de repente uno gritó apuntando al río, todos dejamos de hacer lo que estábamos haciendo y ahí los vimos. No entendíamos qué era pero nos fuimos acercando y ya vimos su forma bien, era como una víbora color oscuro y no se le notaban bien los ojos pero sí su boca”, cuenta y agrega “se veía como de un dragón, las mujeres y los niños corrieron, los pescadores nos quedamos inmóviles para ver qué hacía el bicho, más bien se metió al agua. No podíamos creer los que vimos. Todos se pusieron a jalar sus redes para irse y de pronto volvió a aparecer río abajo de nuevo. Ahí ya se le vio un lomo encorvado cuando se metió al agua”, relata.

Actualmente él ya no se dedica a la pesca, no solo por lo que le sucedió sino porque la venta de pescados ha reducido y con los problemas irresueltos del Pilcomayo también ha bajado el número de peces.

Las creencias

Se dice que el Viborón prefiere las noches sin luna y la temporada de pesca cuando los pescadores prácticamente habitan el río. ¿De dónde sale?, se cree que al fondo del río hay profundas cuevas.

Generalmente se piensa que lo despierta el bullicio de la gente y entonces es cuando emerge con un hambre voraz. No hay relatos respecto a que alguna vez habría devorado personas, lo que dicen los pescadores es que se alimenta de cardúmenes de peces, bagres, surubíes o dorados. Y si de personas se trata solo se alimenta de cadáveres de pescadores ahogados.

El ritual

Pedro López es un indígena weenhayek y relata que desde la época de sus abuelos se conoce sobre la existencia del viborón en las aguas del Pilcomayo. Dice que aparece especialmente a la altura de la comunidad de Ibibobo.

Asegura que el animal no es para nada maligno, y que ellos lo consideran como un espíritu del río que se ha encargado a lo largo del tiempo de ayudar a las tribus. De hecho, dice que el viborón posee la cualidad de “cavar con su cabeza” en el fondo del río para mejorar el cauce, trabajo que realiza sobre todo en los bañados.

Recuerda que años atrás, cuando se tenía una reducción en el cauce, hacían rituales para llamar al “Lek”, nombre con el que también se lo conoce al mítico animal en la cosmovisión indígena.

Su aspecto según pescadores : Se lo describe como una serpiente grande y gruesa de un color similar a la semilla de la sandía o totalmente negro, con una cabeza desproporcional al resto del cuerpo, que se dice está cubierto de pelos o plumas sólo en el lomo.

Cabeza: Tiene fauces monstruosas pero la cabeza genera contradicciones, ya que a veces la asemejan a la de un caballo, un toro e incluso un perro o un puma. Empero, muchos lo confunden con un gran busto negro, de forma humana, que levita a su voluntad sobre la superficie pese a la corriente.

Sus ojos: Con sus ojos, aseguran también, que puede atraer a quien lo mire o causar enfermedades extrañas, como la locura. Se cree que ha desarrollado un gusto especial por la carne humana, especialmente por los cuerpos inertes de personas que han fallecido a causa del ahogamiento.