Es una estrella en el atletismo, técnico medio en mecánica industrial y trabaja como taxista, así es Héctor Garibay, el orureño que brinda alegrías a Bolivia. El pasado fin de semana ganó la maratón y rompió récord histórico en México. Lamenta la falta de apoyo de las autoridades bolivianas en la parte económica.
En Ciudad de México no solo batió el récord y se colgó la medalla dorada, también se llevó 1.100.000 pesos mexicanos, unos $us 65.000.
El deportista nació en Oruro. Desde su infancia se enfocó en los deportes. Primero conquistó el futbol, participó en equipos de la Asociación de la capital del folclore; todo marchaba bien en el deporte rey hasta que sufrió una lesión, que le quitó la ilusión de crecer y jugar en las grandes ligas.
El 2018, recibió una buena noticia, el entrenador Marcelo Peñaranda lo llamó al atletismo, una disciplina que descubrió sin saber que hoy llevaría grandes alegrías al país. “Empecé a entrenar el 2018, fui desempeñándome por la invitación de Marcelo Peñaranda, ahí es donde comencé a participar de los torneos nacionales y nació la pasión por correr”, admitió con una sonrisa el deportista a Urgente.bo.
No solo se quedó en el campo deportivo, también estudió para ser técnico medio en mecánica industrial. También trabaja como taxista. Es hincha del San José.
Por el pasar de los años, el apoyo estatal se ausentó
“La verdad quiero que nos den más apoyo, en Bolivia hay mucho talento que gracias al tema económico van dejando de surgir. Esto es una pelea que tenemos junto a mi entrenadora, porque si bien tenemos la Beca Olímpica, ya es un año que nos deben (…) por eso venimos a correr estas carreras para ganar un poco de dinero”, así el atleta reflejó la realidad por la que pasan los deportistas en el país tras recibir las buenas noticias en México.
El éxito de Garibay: Perseverancia y disciplina
El atleta manifestó que los elementos que lo impulsaron al éxito son la perseverancia y la disciplina. Al fondista boliviano se le consultó cuál es el mensaje que da los jóvenes. Y el respondió que lo importante es la perseverancia. “Ya estaba por dejarlo, cuando no pude ir al mundial de Colombia, pero me levanté con más fuerza”.
También dijo que sus amigos son su inspiración. Nombró a Daniel Toroya, el atleta que sufrió un accidente, sin embargo, aun así, siguió con más fuerza, “ellos me motivan y dan consejos. Ellos son los que me dan ánimo”.
“Dedico todos mis logros a mi familia, a los entrenadores que me motivan, y a los amigos del Club de Viento que se sienten identificados conmigo en la San Silvestre. No estamos lejos de los deportistas a nivel mundial, podemos darle lucha”.