El Acuerdo de Escazú marca un hito en la defensa del medio ambiente en América Latina y el Caribe, garantizando el acceso a la justicia ambiental.
América Latina y el Caribe cuentan con una riqueza natural que cada año se ve más amenazada por el actual modelo de desarrollo, el 22 % de los bosques en el mundo están en esa región pero lamentablemente entre 1990 y 2020, más de un millón de kilómetros cuadrados de selva fue destruido, esto es como perder 142 mil canchas de fútbol.
Más del 68% de las tierras en Sur América sufre erosión a consecuencia de la deforestación y la ganadería extensiva. El panorama es desolador, pero podemos cambiarlo, en ese sentido, el 4 de marzo de 2018, 12 países de América Latina y el Caribe, lograron un acuerdo que entrará en vigor este 22 de abril, este convenio se llama “Acuerdo de Escazú” mediante el cual se garantizará el derecho de todas las personas a vivir en un medio ambiente sano.
El Acuerdo de Escazú marca un hito ambiental para el continente americano, porque mediante este mecanismo legal se podrá tener acceso a información ambiental, los pueblos indígenas tendrán participación y serán consultados para la toma de decisiones, se podrá acudir a instancias judiciales para pedir resarcimiento, restauración o la compensación de daños ambientales y lo más importante las organizaciones y grupos de defensores del medio ambiente podrán hacer seguimiento a los procesos.
Pese a que nuestro país cuenta con una normativa legal bastante avanzada, la misma no puede ser aplicada, en ese sentido el ministro de Medio Ambiente y Agua, Juan Santos Cruz, destacó los alcances de esta normativa que busca garantizar, transparentar y promover el acceso a la información y justicia en materia ambiental.
Por su parte, la defensora del Pueblo, Nadia Cruz, reiteró la importancia de fortalecer la implementación de este mecanismo legal que consta de 26 artículos.