Mientras India lucha contra una devastadora segunda ola de covid-19 que está matando a miles de personas cada día, los esfuerzos internacionales para ayudar a hacer frente a la crisis se aceleran, y tanto Gran Bretaña como Estados Unidos prometen ayuda y suministros médicos muy necesarios.
La segunda ola, que comenzó en marzo, se ha intensificado rápidamente, registrando más de un millón de casos nuevos en solo tres días. Durante las dos últimas semanas, los centros médicos se han quedado sin oxígeno y sin camas en la UCI, y los pacientes se han quedado fuera de los hospitales esperando a ser atendidos.
El lunes, India registró 352.991 nuevos casos y 2.812 muertes relacionadas con el virus, lo que supuso el mayor número de casos diarios del mundo por quinto día consecutivo.
La situación es especialmente grave en la capital, Nueva Delhi, que se encuentra en estado de confinamiento hasta el 3 de mayo. La ciudad se enfrenta a una grave escasez de oxígeno. Delhi no produce su propio oxígeno y depende de los recursos suministrados por el gobierno central, según el ministro jefe de Delhi, Arvind Kejriwal.
Varios hospitales de Delhi tuitearon mensajes de SOS durante el fin de semana solicitando suministros de oxígeno. El sábado, al menos 20 pacientes en estado crítico murieron después de que el suministro de oxígeno se retrasara en un hospital de Delhi.
Este domingo, en un tuit, el primer ministro Narendra Modi dijo que su administración creará 551 plantas de generación de oxígeno «en todos los distritos para garantizar una adecuada disponibilidad de oxígeno».
El gobierno central ha sido objeto de fuertes críticas dentro del país por su gestión del brote, ya que los hospitales y los residentes, sobrepasados, han publicado en las redes sociales súplicas para que los funcionarios estatales y federales proporcionen más suministros.