Ferchy Kushner hace más de cinco años que recorría todos los días las calles de La Paz para dar un plato de comida a perros callejeros, hasta que enfermó de coronavirus
Los perros callejeros de La Paz pierden a uno de sus mejores amigos. Este lunes murió Fernando ‘Ferchy’ Kushner, el hombre que dejó su exitosa vida como ejecutivo de mercadotecnia para dedicarse a alimentar perros de la calle.
Fernando, como sucede con muchos bolivianos en estos momentos, venía hace semanas luchando contra el coronavirus, pero finalmente no pudo vencer la enfermedad.
Su historia, la del exitoso profesional que de la noche a la mañana dejó su puesto como ejecutivo en una afamada firma para recorrer las calles paceñas desde la madrugada repartiendo comida para perros, se hizo tan famosa que incluso cadenas como la BBC y CNN llegaron a La Paz para contar su historia al mundo.
En una entrevista con Unitel en febrero pasado, cuando fue declarado Boliviano de Oro, contaba que desde el momento en que decidió dedicar su vida a los animalitos de la calle no hubo un solo día que no se haya levantado de madrugada para iniciar su rutina de llevarles alimento.
“Desde que comencé (en 2015) hasta ahora nunca he parado, ni siquiera cuando ha habido problemas políticos, me iba con mis croquetas (a repartir comida)”, contó entonces.
Su jornada solía comenzar desde la madrugada, a bordo de un minibús que adaptó como vehículo repartidor. Recorría la ciudad durante todo el día, hasta las 22:00 cuando terminaba de alimentar a sus “hijos” como él les decía.
A la CNN le contó que invertía hasta 10 mil bolivianos cada mes, dinero de los ahorros de su vida, regalos y recursos que generaba con algunos trabajos para comprar 45 bolsas de comida que le servían para darle a sus queridos perros.
A la BBC le contó que su vocación de ayuda comenzó de forma inesperada, un día salía de una clase de yoga y se le acercó un perro callejero, él le dio un pedazo de sándwich y el can le agradeció frotando su hocico contra él y lamiendo sus manos. Al día siguiente regresó para alimentarlo y luego empezó a hacer lo mismo con otros perritos.
Ferchy deja como legado dos fundaciones que llevan su nombre, que ahora tienen la misión de seguir cuidando a esos seres que en vida lo hicieron tan feliz.