El pequeño, de 10 años y procedente de Nicaragua, viajaba con un grupo de migrantes hacia EE.UU.
El menor le dijo, entre lágrimas, al agente fronterizo que lo halló en Texas que sus compañeros lo habían abandonado mientras dormía.
Más de 18.500 niños cruzaron la frontera en marzo, una cifra que batió todos los récords. Los centros de detención de migrantes están desbordados por el aumento de llegadas.