Yoseline Hoffman es una youtuber exitosa entre el joven público mexicano.
Conocida en las redes como YosStop, Hoffman de 30 años, cuenta con cerca de 14 millones de suscriptores en sus dos cuentas de YouTube.
Pero recientemente fue objeto de acusaciones de pornografía infantil que terminaron el martes con su detención, según informó la fiscalía de Ciudad de México.
Hoffman deberá declarar «por la posible comisión del delito de pornografía, en agravio de una persona menor de edad», señala la fiscalía en su sitio web.
¿Qué se sabe de la denuncia?
La detención de la influencer sucede luego de las acusaciones realizadas por una joven quien denunció en marzo a Yoseline Hoffman por el delito de pornografía infantil y violación equiparada.
Esto último quiere decir que se sancionará con las mismas penas al que, por medio de la violencia física o moral, introduzca en el cuerpo del sujeto pasivo por vía vaginal o anal cualquier elemento, instrumento, objeto o parte del cuerpo humano distinto del miembro viril, según define la legislación penal de varios estados de México.
La denuncia también es contra otros cinco hombres que, según el testimonio de la joven, la agredieron, la violaron, grabaron los hechos y los difundieron en las redes el 25 de mayo de 2018.
En ese video se muestra el abuso sexual a la joven (que entonces tenía 16 años) estando ebria y mientras cuatro hombres le introducen una botella de champán por la vagina, detalla un cable de EFE.
Esas imágenes que circularon en internet llegaron a manos de Hoffman, quien a su vez dedicó un video en su canal de YouTube para hablar del caso y, entre otras críticas, calificó a la entonces menor de «puta».
En ese video, la influencer confirmó que recibió la grabación con la agresión sexual a la adolecente, que la reprodujo y que la almacenó en su teléfono.
Tiempo después del abuso, la joven agredida contó su versión de la historia en sus redes sociales, y contó las supuestas agresiones que recibió por parte de Hoffman.
El relato de Ainara Suárez
En entrevista con El País, Ainara, hoy con 19 años de edad, habló del proceso psicológico y físico que transitó para reconocerse a sí misma como víctima de violación; del hostigamiento que experimentó durante años; la entereza que se requirió para hacerle frente a un proceso legal de esta magnitud; y la esperanza que tiene en cuanto a la resolución y la manera en la que puede ayudar a otras mujeres en su misma situación.