Un hombre identificado como Miguel J., de 35 años aproximadamente, murió la tarde del lunes al caer en un badén en la ruta a Turumayo, mientras retornaba a su domicilio. Se presume que se encontraba en estado de ebriedad, luego de haber acudido el domingo a un evento social.
El caso se reportó pasado el mediodía por comunarios de la zona que alertaron a la Policía sobre un cadáver en proximidades a una quebrada.
Cuando llegaron los uniformados, evidenciaron que la víctima ya no presentaba signos vitales y no pudieron reanimarlo.
Minutos más tarde llegó el personal de Escena del Crimen, el Ministerio Público y médico forense para proceder al levantamiento legal del cadáver. También se aproximaron los familiares del sujeto, quienes lo reconocieron y dieron su declaración informativa.
Así los investigadores establecieron que la jornada anterior el hombre había acudido a una fiesta y al hallarse bajo influencia alcohólica sufrió una pérdida de equilibrio, por lo que sufrió una caída frontal y la magnitud del golpe le ocasionó la muerte.
Por tratarse de un deceso accidental y no haber ningún signo de violencia previos a la caída, los parientes de la víctima optaron por no realizar una autopsia, sino solicitar la entrega de los restos para poder cumplir con los actos fúnebres.